Uno de los grandes problemas que nos puede suceder en un lugar tan habitual como lo es una gasolinera es confundir las mangueras de combustible en el surtidor. Por eso, nunca está de más saber qué ocurre si se echa gasolina a un vehículo diésel, y al revés.
Qué hago si me equivoco de manguera en la gasolinera
Es posible que no sea algo que te haya ocurrido directamente, pero probablemente conozcas a alguien que sí haya metido la pata y se haya confundido de manguera repostando gasolina en un motor de gasóleo. De hecho, de acuerdo con el RACE (Real Automóvil Club de España), anualmente unos 72.700 conductores se confunden de manguera en la gasolinera.
Pero, aunque hay que tener en cuenta que hoy en día es complicado que esto pase porque las bocas de llenado tienen diferente diámetro en los depósitos de los vehículos y en los surtidores, siempre puede haber alguna equivocación a la hora de repostar. Sea como fuere, y para que no cunda el pánico, no debería tener consecuencias siempre que nos demos cuenta del error rápidamente y actuemos en consecuencia.
Lo primero que hay que hacer al percatarse del fallo es no mover el vehículo. Incluso, no se debe poner la llave en posición de contacto. Así, hay que intentar que el combustible erróneo entre en el sistema de alimentación, ya que cada tipo de vehículo cuenta con unas particularidades que se pueden alterar por un combustible equivocado corroyendo, deteriorando o inhabilitando algunos de los elementos.
Si por la razón que sea te has equivocado, tendrás que avisar al personal de la estación de servicio para poder dejar el vehículo inmovilizado y llamar ipso facto a los servicios de asistencia para empezar con el plan de contingencia.
Repostar gasolina en un vehículo diésel
Afortunadamente, las mecánicas diésel son mucho más duras, si se habla en términos catastróficos. Probablemente esta sea la razón por la que el diámetro de las mangueras permita verter gasolina donde no procede.
Nuevamente, si esto ocurriera lo ideal es darse cuenta del fallo pronto y avisar a la asistencia en carretera para que la grúa se lleve el vehículo. En el caso de que no te percates del error, el vehículo arrancará y se moverá hasta que la proporción de gasolina que intente quemar el diésel sea muy alta y se acabe deteniendo.
A continuación, hay que hacer obligatoriamente una visita al taller para vaciar lo que quede de gasolina, limpiar y cambiar el filtro de gasoil. Si tienes mucha suerte (énfasis en “mucha”) la bomba de gasoil estará intacta, aunque lo más probable es que haya que reemplazarla.
Repostar diésel en un vehículo de gasolina
Las mangueras diésel disponen de una boca más ancha y no entran en los depósitos de gasolina, eliminando el peor de los escenarios posibles. Esto es así porque echar diésel en un motor de gasolina puede provocar un grave problema.
Si justo has comenzado a repostar y te das cuenta de que el combustible que estás echando es diésel hay que detenerse en seguida. Si por el contrario has terminado de repostar no se debe arrancar el motor bajo ningún concepto. Y es que en ese caso el gasóleo ya habrá llegado a sitios donde nunca tendría que haber ido.
La razón principal es que el gasóleo (tal y como indica su nombre) cuenta con un componente aceitoso que se puede impregnar y aferrar a todos los elementos por los que haya circulado. Y desgraciadamente no es nada fácil de limpiar, además de que puede dañar componentes tan importantes como los inyectores o el catalizador.
Si solo has vertido un poco de diésel estás de suerte. El vehículo arrancará y tendrá unas detonaciones particulares, pero se mantendrá en marcha soltando humo blanco por el escape. En todo caso, lo ideal es seguir el procedimiento anterior: no arrancar el vehículo y llamar a la asistencia en carretera.
El vehículo habrá de pasar por el taller para que las piezas sean desmontadas, limpiadas y revisadas, así como cambiar las juntas que se hayan visto afectadas. En el mejor de los casos, en la factura vendrá una gran cantidad de mano de obra, y en el peor de los casos… mejor no pensarlo.
El mito de echar gasolina para limpiar un motor diésel
Dentro del saco de las leyendas urbanas y las creencias populares tenemos la siguiente: si echas un poco de gasolina en un motor diésel no solo no pasará nada dañino, sino que es algo completamente positivo debido a que limpia el sistema de alimentación, la combustión y el escape. Pero nada más lejos de la realidad. Es posible que en los motores antiguos esto sí funcionase, pero en los motores diésel modernos no se aplica.
Y es que, aunque se añada poca cantidad de gasolina en un motor de gasóleo, se podría alterar la combustión del diésel (por compresión), generando depósitos de calamina o carbonilla en inyectores, válvulas, cilindros o pistones o incluso neutralizar algunas propiedades lubricantes del diésel por la capacidad disolvente de la gasolina, acelerando el desgaste de las piezas mecánicas.